¿Me extrañaron? La verdad es que tengo meses con una montaña rusa de sentimientos que ni las letras han logrado traducir (y eso, para mí, es decir mucho). Pero aquí estoy, de vuelta, de nuevo, dispuesta a volver a mi centro, a traducirme en literatura, como antes, como siempre.
Hace casi medio año mi hermano sufrió un derrame cerebral que puso en pausa mi vida de mil maneras, que me hizo darme cuenta de un montón de cosas que siempre di por sentado, y a lo largo de estos últimos meses mi familia ha sufrido crisis que creo que a todos nos agarraron en curva y justo hoy que mi hermano tuvo la última cirugía me doy cuenta de muchísimas cosas que me invadían en ese momento y no lograba entender, hasta hoy, que lo veo desde lejos y con otra perspectiva; desde lejos y en cámara lenta, como mi mente fotográfica recuerda y revive una y otra vez involuntariamente. Y creo, que, si al menos una persona esta leyendo esto y puedo ayudarles a parar por un momento, y disfrutar lo que tienen alrededor, este momento de escritura habrá valido la pena por completo.
Díganles a las personas cuanto las quieren cuando las tienen cerca.
Créanme que jamás se van a arrepentir de decirle a alguien lo importante que es para ti.
Al colgar el teléfono con mi mamá siempre tengo que decirle que la amo, por si algún día estamos peleadas y se le olvida cuanto la amo. Molesto a mis hermanos, pero siempre les digo cuanto los amo, entre bromas, pero con amor. A mis amigos porque no se si están pasando algún momento difícil y tal vez mi cariño les abra las puertas para hablar de lo que tienen dentro. Y de eso quiero decirles dos cosas que despertaron en mi aún más la inquietud de decirle a todas las personas importantes para mi cuanto las quiero.
Mi hermano cuando despertó, no recordaba muchas cosas y cuando me vio, el estaba confundido y pregunte si me reconocía, asintió con la cabeza y respire de alivio “¿Qué haces aquí?”, yo imagine que me lo preguntaba por qué no vivíamos en la misma ciudad, hasta que le pregunte el año en el que estábamos y me dijo “2012” al instante mi mente volvió a ese año. En 2012 nosotros no estábamos realmente en buenos términos y mi corazón se rompió un poco, “él no tiene idea de todo lo que ha pasado, no sabe que estamos bien, que nos contamos todo, que cuando tiene un día difícil me lo cuenta, que si no sabe cómo acercarse a sus hijos me lo dice, no tiene idea de cuanto lo amo” y estaba tan asustada de que no recordara todo, que no sabía cómo interpretar mis emociones en ese instante, solo me blinde y trate de ayudarle a recordar todo, pude ser hermana. Porque muchos días en ese hospital no lo fui.
Cuando tome el avión de vuelta a casa porque el doctor dijo que todo podía pasar las siguientes 48 horas. Yo iba por el amor que le tenía a mi hermano, pero también sabía que sus tres hijos necesitaban a su tía, porque su mamá estaba muy ocupada cuidando la salud de su esposo, su abuela estaba tratando de ser fuerte para el abuelo y para su hijo y mis niños sabían que podían correr a las tías, a todas las que tienen, pero yo sabía que ser la tía que vive lejos hace que volar a casa ser tía era mi trabajo principal, y también eso abarca el amor que le tengo a mi hermano. También tenía que ser hija, asegurarme que mis papas comieran, que mi papa no manejara, que yo iba con el objetivo de aligerar la carga.
La noche que llegue, pase al piso de terapia intensiva; antes de entrar, mi hermana me dijo “tienes que estar lista, lo que vas a ver es muy fuerte, tiene cables por todos lados, y esta entubado, no le puedes hablar” Yo, tratando de no quebrarme asentí con la cabeza, tome la bata, me lave las manos y pase al cubículo 4. No puedo describirles lo que vi, pero en ese momento solo quería que todo fuera una pesadilla, el miedo me invadía, no sabía cómo ser valiente, no sabía cómo quedarme callada, solo rece un poco y me salí, creo que no pude durar ni cinco minutos adentro. Temblando coloque la bata y corrí a abrazar a mi hermana, rompimos en llanto las dos, al final de cuentas solo nosotras dos sabíamos exactamente lo que sentíamos, ella trataba de calmarme y solo le dije “Déjame ser hermana en este momento, déjame que me duela, porque tengo que bajar a ser tía y a ser hija, solo este momento tengo para ser hermana”.
Gracias a Dios poco a poco recordó casi todo y ahora más que nunca le digo cuanto lo amo y lo orgullosa que estoy de él y de ser su hermana, y trato, aunque estando lejos, de ser la mejor hermana que mis hermanos pudieran pedir, a pesar de los desacuerdos y de todo.
Nada es permanente y es algo importante de recordar.
En febrero desafortunadamente mi familia materna perdió a una persona muy importante, les diría que era mi sobrino, porque era el hijo mayor de mi primo (el mayor), pero crecimos como primos, el era solo dos años menor que yo, el único hombre de la tribu de mi generación, el que pasaba horas en casa de mis papas y armaba túneles conmigo y mis primas en el patio, el único que usaba el Ken (pero si venia con el convertible rojo incluido). Crecimos muy rápido, pero aun así cuando fuimos adolescentes jugábamos bote volado afuera de mi casa y él nos salvó infinidad de veces, se subía a los árboles, se movía sigilosamente entre los carros estacionados y corría a toda velocidad “1,2,3 por mí y todos mis amigos” pero era de un enojón si perdía que para que les cuento, y si le decías que no se enojara, se enojaba más (yo creo que queda claro que somos familia). Se me llenan los ojos de lágrimas y de nostalgia por que cuando fuimos adultos ya cada quien tenía su vida, pero cada que me veía me daba abrazo y beso y nos poníamos al día rápido porque siempre estaba a las carreras. Siempre me daba carrilla para que ya me casara y tuviera hijos “ya nada más tu faltas Betty” y sé que el día que me case, voy a tener que dar un guiño al cielo y decirle “¿ves como siempre si me case?”. Tengo tantos recuerdos que lo único que no logro recordar fue la última vez que le dije que lo quería, y no sé si lo sabe, no sé si donde este lo sabe, pero espero que sí, espero que sepa que lo quiero, lo recuerdo y siempre voy a recordar todas nuestras pequeñas grandes aventuras cuando éramos niños, por que fue injusto que le arrebataran la vida, pero sé que en mi familia jamás nos van a arrebatar el amor y todos los recuerdos que el dejo.
Mi familia tiene ese hueco enorme en el centro, pero sé que se está llenando de flores y mucho amor, porque, aunque se fue, lo vemos en sus hermosas princesas y en la bonita historia de amor que tenía con su esposa, porque fue el primero en muchas cosas y siempre estará aquí, aunque no este.
Hace unos días mi Mamá Vila (mi abuelita) tuvo una emergencia médica, tiene 89 años y todos nos paralizamos de miedo, hijas, nietos, bisnietos, toda la familia, y aunque sabemos que mi mami es una mujer muy fuerte, la fragilidad de su edad nos llenaba de angustia y preocupación, y la reciente perdida de mi primo nos llenaba de pánico.
Tuve la oportunidad de hablar con ella antes de su cirugía y le dije nuevamente lo mucho que la amaba, que por favor le echara ganas y con el corazón latiendo a mil, terminé la llamada tratando de ser igual de valiente que ella, rezar y pedir a Dios por no perderla. Afortunadamente mi mami salió victoriosa, y le volví a decir cuanto la amaba una y otra vez al terminar la cirugía, no vaya a ser que se le olvide.
Por eso es tan importante decirles a las personas que las quieres, que de verdad las quieres, tú no sabes cuanto van a agradecer saber que tienen en ti a alguien que los quiere. Siempre antes de terminar una llamada, antes de irte de algún lugar, en cualquier momento, solo recuérdales que los quieres, no vaya a ser que te quedes con ese “te quiero” “te amo” atorado en tu garganta porque no tuviste más tiempo, no des por sentado que las personas saben el aprecio que les tienes.
Creo que es importante justo hablar un poco de eso, de dar por sentadas las cosas, todo puede cambiar en un segundo y tu reacción a las situaciones son las que van a dictar el rumbo que tu vida va a tomar. Las cosas no llegan solas y aunque a veces Dios y el destino te dan un empujón, tú tienes que trabajar para conseguir lo que estas buscando, y no solo hablo de trabajo, hablo de paz mental, de armonía, de amor propio.
Hace años mi vida cambio de rumbo y me pregunte mil veces entre lagrimas ¿Por qué me pasaba eso? Pero hoy de lejos, veo que la respuesta la tengo aquí, en Brooklyn, en mi trabajo, con mis amigas aquí y en México, con mi familia apoyándome desde allá, con una relación que por mucho es mejor que la que algún día pude imaginar, con todo el amor del mundo rodeándome, en todos los aspectos de la vida. Desde aquí y con amor sé que esa versión mía con el corazón roto jamás espero que sus decisiones la trajeran hasta acá, y la manera tan bonita en la que el destino ha actuado para ayudarme a poner todo en su lugar es maravillosa. Y aunque aún hay mil revoluciones pasando en mi vida, mi hermano esta con vida después de todo, mi Mamá Vila resistió, estoy en el lugar que siempre soñé, siendo amada de una manera que jamás me imaginé y teniendo a mi familia impulsándome a diario, a mis amigos complementándome y sosteniéndome cuando es necesario. Cuando estuve lista, la vida me coloco en donde debía estar y ¡Qué bonita vida me esperaba!
Sean intensos, amen con todas sus fuerzas, sepan irse cuando es necesario y digan siempre lo que sienten, busquen sus sueños, si el sueño este sembrado en tu pecho es porque tienes la capacidad de hacerlo, tú no sabes si el camino a cumplir tus sueños te regala un nuevo sueño, o tal vez otro destino, pero si no lo intentas jamás lo sabrás, si no te arriesgas (como lo he dicho antes), no vas a saber que tan valiente eres.
Tal vez te vas a arrepentir muchas veces, pero eso es mejor, que tener la incertidumbre de “¿y si lo hubiera hecho?” “¿Y si mi felicidad no esta aquí?” por qué lo cierto es que la vida no es blanco y negro, aunque a veces así lo queramos ver, está llena de matices, solo tenemos que aprender a verlos, y sobre todo, a apreciarlos.
Por último, busca tu felicidad, pero la de verdad no la que “es correcta” ve y busca lo que te llene si aún no lo tienes, y si la encontraste, disfrútala, valórala, ¡vívela!
Conformarse es para la gente gris y aquí en este blog, todos somos multicolor.
Con amor
Alicia
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