Ir al contenido principal

ESTAR EN EQUILIBRIO

 


Hace meses que vengo pensando en esta entrada, en este escrito, en este “perfecto final”.

¡Qué difícil es encontrar el equilibrio!, que complicado es hacerlo cuando estas aferrada(o) a un estilo de vida, a un camino, a una persona (o varias). Sin embargo el camino para llegar a el, viene lleno de muchos aprendizajes que (si abres bien los ojos), se quedaran contigo para ser lecciones que recordaras y moldearan tu manera de ver la vida y verte a ti mismo.

Este año entre a él como una persona y estoy saliendo como otra completamente distinta.

Tengo tanto que agradecerle a este año; que, a pesar de haberme roto de nuevo, le devolvió la luz a piezas de mi que no recordaba que existían.

He estado tanto tiempo sintiéndome incompleta, que creo, que es la primera vez en mucho tiempo que por fin termino el año siendo yo, sabiendo quien soy, de donde vengo y hacia donde quiero ir, y aunque estoy consiente que a veces la vida me va a llevar por un camino distinto al que yo he planeado, por fin tengo la certeza de que estoy lista para tomar control de lo que viene para mí.

Este año tuve que dejar ir a personas que creí que estarían en mi vida de manera permanente y a pesar de la tristeza que me causo esto al inicio del año, con el tiempo me di cuenta de que había sido lo mejor.

Hubo reconexiones en mi vida maravillosas que quiero mencionar. Personas que han sido especiales para mi casi desde que tengo memoria y que la vida había alejado de mi camino por circunstancias completamente ajenas a mí. Verlas y reconectar ha sido una manera increíble de vivir este año.

Creo que por fin he entendido el equilibrio de las cosas. La manera en que siempre se va algo para que algo maravilloso ocupe su lugar.

Justamente de eso quiero hablar, del “Equilibro” y lo que implica entenderlo, encontrarlo y sobre todo mantenerlo.

Hace 2 años y medio cuando entre a terapia con mi maravillosa psicóloga (Ana), me decía que yo estaba en un centro y yo era una pelota, pero que si las pelotas de mi alrededor me golpeaban yo me movía con facilidad, mi centro se movía y yo perdía mi estabilidad, yo no tenia equilibrio.

Todos somos esas pelotas y todos somos más pesados según la estabilidad que tenemos, la confianza que albergamos, y el amor que mantenemos dentro. Entre más herramientas tengas para entenderlo es menos probable que una pelota llegue y te mueva, entre mas trabajado estés tu en cuanto a salud mental, mas pesa esa pelota y más difícil es que alguien logre moverla de donde esta.

Este año como mencioné anteriormente, tuve que desprenderme de la amistad de una persona que era muy importante para mi, por que realmente ya no sabía como mantener esa amistad, la toxicidad que existía en ella ya no estaba en el mismo canal que yo. Y aunque toda mi vida estaré agradecida por haberla tenido conmigo los años que la tuve, también agradezco que se fuera cuando realmente ya no era sano estar juntas.

No luche por ella, no quise dar explicaciones, ella dio el portazo y yo le puse el seguro a mi puerta. No me arrepiento de que terminara, solamente me arrepiento de la manera en que fue. Sin embargo, tengo la esperanza de que a pesar del abrupto final sepa que le guardo un lugar grande y especial en mi corazón por todo lo que hizo por mi y por la manera en la que crecí a su lado.

Aceptar eso me dio (literalmente una semana después) el reencuentro con una persona que conozco desde que tenía 6 años, una amiga con la que pasé mi niñez, una persona que siempre quise y que la vida llevo por un camino distinto al mío. Ella es una pieza importante de mi pasado y afortunadamente también de mi presente.

Cuando ella llamo y convoco que fuéramos a comer (las 3 amigas de siempre), la verdad creí que no iría, pero verla hizo un click instantáneo en mi corazón, tuve un sentido de pertenencia. Fue como si una pieza de mi rompecabezas se hubiera incorporado. Comenzamos a recordar las 3 todas las aventuras que vivimos en aquellos años y fue como si de pronto el tiempo no hubiera pasado y todo estuviera en su lugar. Ella es mi ejemplo favorito este año del equilibrio del universo, que cuando te quita algo, te recompensa con alguna otra maravillosa cosa.

También este año la persona rota que fui hace 10 años obtuvo sus respuestas, ese amor tan bonito que alguna vez tuve me dejo saber que hay historias que están bien en el pasado, por que en el presente ya no empatan igual y con eso me dejo el cariño intacto, sin ningún rencor, solo cariño y agradecimiento. Siempre estaré agradecida de que me partiera el corazón, porque de ahí nació mi primer libro, Gracias por irte y darme el impulso que necesitaba para volverme escritora publicada. Gracias por volver y arriesgarte a una segunda vez que nos regalo el entendimiento de nosotros como adultos, gracias por disculparte y seguir tu camino.

Hice un viaje a un lugar al que me daba miedo volver por lo que representaba para mi, y aunque iba a viejos lugares que albergaban recuerdos que tal vez no estaba lista para enfrentar, también había personas nuevas que moría por conocer, una increíble amiga a la que por fin pude abrazar y ver de cerca, me hizo recordar la importancia de abrirte a nuevas oportunidades. 

Aunque ese viaje no salió como esperaba me hizo explotar una vez más, me hizo darme cuenta que he vivido tanto tiempo culpándome por sentirme triste que no pude entender ese sentimiento, solo trataba de que terminara.

Mi mejor amiga, como siempre, tuvo las palabras correctas en cada momento, supo cómo manejar lo que sentía incluso mejor que yo y me recordó lo increíble que es tener el don que tengo para escribir y busco maneras en que yo volviera al ruedo, se encargo de hacer que escribiera de nuevo y sin planearlo estoy estudiando una maestría en una de las universidades mas prestigiosas en España en el área de literatura. Aquí es donde entendí que a veces, aunque vayas en una dirección, la vida te empuja hacia otro lado.

Me di la oportunidad de tenerle miedo al nuevo puesto que me otorgaron en mi trabajo, sin embargo, me enfrente a una auditoria para la que según yo no estaba preparada y salí completamente ilesa. Aprendí tanto de la importancia de confiar en uno mismo, que no se como describirlo, solo se que me encanta saber que me puedo superar a mi misma una y otra vez.

Me di la oportunidad de abrirme con alguien nuevamente y de darle una segunda oportunidad a una persona que tenia en un concepto bastante negativo, y aunque el concepto en el que yo lo tenia era el correcto y el era una completa basura como persona, yo pude darme cuenta que por fin estaba lista para empezar de cero, pero que mi corazón es extraordinario y no cualquier persona debería estar en él.

Obtuve respuestas una vez más del corazón que lleva roto mas de 2 años y al recibirlas solo las procese y no voy a olvidar las palabras del amigo que estaba conmigo “Tu tienes tu libertad y esa nadie te la va a quitar” y es cierto, aunque esa libertad me costara perder personas, también me ha recompensado con muchísimas cosas, por que a fin de cuentas eso soy, una mujer libre.

Tuve un pequeño momento de frustración y fui con mi psicóloga nuevamente; cuando le platique todo lo que tenia, estuve tranquila, no perdí mi centro ni llore en ningún momento, hasta que ella me dijo “Estas bien mi niña, no eres la misma que entro a este consultorio hace 2 años y medio, has manejado todo con las herramientas que te di, estas bien”.

Ahí me di cuenta que había encontrado el equilibrio, que yo ya era una pelota lo suficientemente firme, como para que ninguna pelota pudiera moverme.

Y esta bien tener momentos en los que estas mal, es normal, pero volver a tu centro es siempre la meta.

Volteo hacia atrás y me veo cumpliendo mi sueño de ser princesa por un día, me veo modelando de nuevo, me veo teniendo un trabajo que me encanta, recuerdo el día que viaje a Juárez con un amigo para sorprender a una amiga que extrañábamos mucho, recuerdo también las carcajadas de su hija. Tengo en mi mente esa tarde en Tequila, Jalisco cantando con amigos a todo pulmón; me da risa acordarme de pasar por una de mis amigas a su casa y escucharnos cantar en el carro, nos recuerdo a mi y a mis amigos platicando de la vida en un mirador. Incluso me recuerdo con viejas amigas tomando vino y cantando juntas. Me recuerdo en la cama de un hospital tomándole la mano a una de las amigas mas importantes para mi, rogando por que siguiera conmigo, y también me veo abrazándola meses después, como si aquello hubiera sido solo un mal sueño. Este año me fui a otra ciudad con una maravillosa amiga solo por que queríamos probar un postre. También me recuerdo jugando con mis sobrinos, me veo tomando café con mi mamá, me veo viendo un partido con mi papá y bromeando con mis hermanos, me veo estudiando y aprendiendo algo que amo, volteo a ver este año y lo único que puedo hacer es sonreír.

Este año me dio y me quito tanto que solo puedo agradecer por darme tanta tranquilidad y equilibrio. Ahora si estoy lista y sin miedo para lo que viene ¿y tú?.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ya no me reconozco

Es un título fuerte el que elegí para esta entrada, pero es un título sincero y transparente. Hace unos días encontré entre mis archivos una versión mía que no reconozco (y no hablo de fotografías) hablo de mi idioma, que son las letras, un escrito que me dijo más de mi misma que cualquier recuerdo. Escribía con una inocencia y una transparencia que casi no puedo creer que era yo y que sentía tanto para desbordarlo de esa forma en un escrito. Entre esos escritos encontré específicamente uno donde hablaba de mi verano en Nueva York y de lo mucho que me dolía tener que regresar y dejar mi sueño atrás, pero en ese momento creía que existía un nuevo sueño más importante, más fuerte, más poderoso. Esa Alicia apostaba todo por amor, esa Alicia ya no existe. Y me di cuenta por que no me pude reconocer y me juzgué tanto por haber tomado esa decisión que, aunque lo dije en varias ocasiones, hoy lo confirmo. Hoy estoy en Nueva York por que se lo debía a esa Alicia del 2015, a esa Alicia que no s...

Con todo el amor del mundo

¿Me extrañaron? La verdad es que tengo meses con una montaña rusa de sentimientos que ni las letras han logrado traducir (y eso, para mí, es decir mucho). Pero aquí estoy, de vuelta, de nuevo, dispuesta a volver a mi centro, a traducirme en literatura, como antes, como siempre. Hace casi medio año mi hermano sufrió un derrame cerebral que puso en pausa mi vida de mil maneras, que me hizo darme cuenta de un montón de cosas que siempre di por sentado, y a lo largo de estos últimos meses mi familia ha sufrido crisis que creo que a todos nos agarraron en curva y justo hoy que mi hermano tuvo la última cirugía me doy cuenta de muchísimas cosas que me invadían en ese momento y no lograba entender, hasta hoy, que lo veo desde lejos y con otra perspectiva; desde lejos y en cámara lenta, como mi mente fotográfica recuerda y revive una y otra vez involuntariamente. Y creo, que, si al menos una persona esta leyendo esto y puedo ayudarles a parar por un momento, y disfrutar lo que tienen alrededor...

Las mujeres que somos “demasiado libres”

Que complicado se vuelve a veces ver el mundo de frente cuando ser tu resulta incomodo a tu alrededor. Y que la libertad sea sinónimo de libertinaje o una viva imagen de lo que “no es correcto” Es como si las mujeres no tuviéramos derecho a ser quienes somos y tengamos que cumplir con lo que la sociedad nos ha impuesto. Como si avanzaras un escalón con mucho esfuerzo y todos alrededor se están preguntando por que solo avanzaste uno ¿Por qué no más?  Lo he visto todo el tiempo con mis amigas que tienen pareja o las que ya se casaron. Si tienen pareja ¿para cuándo la boda?, si ya se casaron ¿para cuándo el bebé? Y si ya tuvieron un bebé ¿para cuándo el segundo? ¡Carajo! ¿Por qué es necesario hacer esos comentarios? Tal vez no quieren hijos, tal vez prefieren gastar ese dinero en un viaje a Europa, o en remodelar su casa o en lo que ellos decidan. No hay realmente un camino correcto. Simplemente cada quien vive a su ritmo. Y esa es la parte más difícil de entender hoy en día. Que las ...