Tengo meses tratando de escribir esta entrada y realmente no sabía que nombre ponerle, con que sacar todo el desorden que tengo en mi cabeza queriendo salir a mi teclado y convertirlo en algo, pero, tengo también días hablando con muchos amigos de todos sus procesos y momentos en su vida en el que “no sabemos qué hacemos” pero de alguna manera lo seguimos haciendo; es por eso que esta entrada se llama así.
Después de mucho buscar como entender las cosas que he hecho o que mis amigos han hecho realmente sé que todos estamos haciendo pruebas y si nos equivocamos empezamos de nuevo. Y que delicioso ¿no? Estar en el punto de tu vida en el que dices “no pasa nada, si me equivoco, vuelvo a empezar”. Y no hablo de un tema en específico, realmente hablo de todo. Y justo voy a usar unos ejemplos de amigos míos (ustedes saben quiénes son).
Tengo una amiga que renuncio a su vida de oficina y comenzó a hacer lo que le apasionaba. La seguridad social ha sido para ella un motor enorme en la decisión de su carrera, tesis y rumbo de su vida laboral, ella es una persona intensa, con personalidad fuerte, de esas mujeres que no pasan desapercibidas, de esas con un corazón más grande de lo que un pecho normal puede sostener, esa mujer que le sonríe a la vida después de la primera taza de café. Como todos cuando salimos de la universidad y pensamos que vamos a tener todo lo que siempre soñamos después del título, se enfrentó a la vida laboral, a una oficina con limites, a un jefe que sin importar “la ley” busca huecos para poder salirse con la suya, un lugar lleno de injusticias que termino por llenar el vaso de agua y cuando se desparramo, ella solamente se fue, con la cara en alto y volvió a empezar, en otra empresa, en otro puesto y tampoco fue lo que ella quería, y volvió a empezar; abrió un podcast, hablo de la vida, escribió sobre eso, pero a su vez empezó a hacer la seguridad social de una manera independiente, y tenía contactos y tenía clientes y poco a poco está haciendo una reputación en ese ámbito; tuvo que cerrar el podcast, pero abrió su página de consultas legales y está empezando a hacer una comunidad, ella levanta la voz y vuelve a empezar las veces que sean necesarias, siempre a prueba y error.
Hace 2 días hablaba con un amigo que tiene el corazón más bonito del mundo y justo eso a veces le trae muchos problemas, él no sabe cómo manejar ciertas situaciones que le pasan, pero busca resolverlo solo, de alguna manera y es gracioso porque eso lo hace desde la universidad… al último momento, pero lo resuelve. Se cambio de carrera no sé cuántas veces, volvió a empezar no se cuentas veces, pero cuando por fin estuvo frente a sus papas con toga y birrete realmente se dio cuenta del valor de volver a empezar, justo con las personas correctas a tu lado. Encontró un buen trabajo, una persona a su lado que lo hace sonreír y aunque también tuvo muchos amores fallidos, el jamás perdió la esperanza, el simplemente volvía a empezar, y ahora que está justo en el punto de que hay algo que corregir, hay algo que volver a empezar, espero que este sea un recordatorio de que siempre lo ha hecho, siempre ha podido resolverlo, aunque sea a último momento.
Tengo un amigo que siempre dijo que, si en su trabajo lo mandaban a otro lado, pues se iba y ya, el siempre volvía a empezar, creo que es de las personas menos estancadas sentimentalmente que conozco (en el buen sentido) él siempre estaba listo para volver a empezar y ahora tiene una familia y volvió a empezar, pero con ellos, en otra ciudad, en otro estado. El hizo muchas pruebas y errores en el aspecto amoroso, pero recuerdo el día que vio a la que hoy es su esposa. Recuerdo que solamente preguntaba de quien era amiga, al día siguiente la saco a bailar y ahora seguramente bailan juntos en la playa con su bebe riéndose entre ellos, ese es el acierto más grande de él, el premio a todos los errores anteriores.
Tengo también otra amiga que utilizo el recorte de personal en su empresa como algo positivo y puso un negocio de tablas, empezó de cero todo, decidido independizarse y con miedo se salió de su zona de confort y volvió a empezar de la mano de su negocio, negocio que realmente iba muy bien y del que ella estaba sumamente orgullosa; por cuestiones laborales y de la vida tuvo que frenarlo y volvió a empezar. Ahora tiene un puesto muy importante en una empresa que la busco por su currículo y vaya que le han sacado provecho a su inteligencia y a su manera tan tenaz y alegre de ser. Pero justo es eso, la tenacidad que ella tiene la han hecho no conformarse y aunque ahora tiene muchas cosas que pagar, sabe que, si algo le falla, lo único es volver a empezar.
A esta amiga que voy a mencionar aquí es la que más valiente ha sido para volver a empezar. La conozco desde que éramos unas niñas y recuerdo muy bien como siempre fue valiente y entrona, como tenía sus borradores de colores y ella borraba y borraba si la primera letra de lo que estaba escribiendo no le quedaba como ella quería, ella si siempre fue corrigiendo errores. Tenía un negocio y vendía accesorios de todo tipo y cuando dejo de funcionar, volvió a empezar, hizo otra cosa, abrió de eventos y siguió trabajando en su carrera, volvió a empezar una y otra vez. Hace un año y medio un maldito inútil casi le quita la vida en un choque y no teníamos esperanzas suficientes, pero creíamos en ella, en su fuerza, en sus ganas de vivir y cuando despertó, cuando por fin volvió poco a poco a nosotros tuvo que volver. Empezar todo, porque los estragos del golpe no le permitían hablar, caminar o moverse de la manera en que ella solía hacer, pero ¡Dios mío! Con esta mujer, volvió a empezar todo desde cero, sonriendo y con sus ojos brillando, ella tenía que volver a empezar y sin chistar lo hizo, y estoy agradecida por eso.
Hace unos meses conocí a alguien y me daba miedo la idea de estar sintiendo cosas por alguien y una de mis amigas me dijo de la manera más natural del mundo “otro corazón partido como el que tuviste ya no vas a tener, daté en la madre, si no funciona vuelves a empezar” y desde ese momento justamente quise escribir esto.
La idea de no equivocarnos realmente nos lleva a no decidir, a no hacer, a quedarnos en un mismo lugar, la idea de permanecer en un lugar que no nos hace felices solamente por la costumbre o comodidad son las que nos estancan. Tengo amigas empezando su familia, otras agrandándola y aunque se mueren de miedo, también se mueren de felicidad.
También tengo amigos que se fueron del país, que encontraron y formaron una nueva vida y tengo otros que quisieron hacer lo mismo, pero no funciono, volvieron a casa y volvieron a empezar.
Cuando yo me vine a NY mi mama me dijo “y si no funciona, no pasa nada, te regresas y vuelves a empezar”
Y es justo eso, la belleza de volver a empezar, la hoja en blanco que tienes aun con todas las hojas rayadas de atrás; al final de cuentas no puedes cambiar lo que ya hiciste, lo que ya paso, pero siempre puedes equivocarte y volver a empezar. Porque la vida es eso, ir aprendiendo todo a prueba y error.
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